Todos sabemos la importancia que tiene la imagen de nuestro negocio, para que transmita los valores e identidades correctas y atraer a nuestros clientes potenciales.
Sin embargo muchos de los negocios no prestan suficiente atención a este elemento tan importante.
Si paramos y analizamos en qué estado tenemos tanto la rotulación exterior como la interior, podemos llegar a ciertas conclusiones:
1. No se corresponde con la última actualización de nuestro logotipo.
2. Ha sufrido tanto desgaste que los colores ya no son los que tienen que ser según el book de imagen corporativa.
3. La iluminación ya no funciona o simplemente ha perdido intensidad.
4. En su momento lo instalamos más pequeño de lo que debía ser y no tiene el alcance que debería tener.
5. Hemos definido de nuevo nuestra identidad y los rótulos no la transmiten correctamente.
6. Queremos reforzar la comunicación de nuestro negocio y faltan rótulos en otras fachadas.
7. Disponemos de maquinaria o vehículos comerciales nuevos y queremos implementar la identidad corporativa o señalizar instrucciones de uso/riesgos en ellos.
8. Queremos mejorar la agilidad y la seguridad de procesos como la recepción de mercancías o horarios de almacén.
Si alguna de estas conclusiones es la tuya, tenemos la solución.